“No te dejes engañar por mí.
No permitas que te engañen mis apariencias.
Porque no son más que una máscara, quizá mil máscaras que temo quitarme,
aunque ninguna me representa.
Doy la impresión de estar seguro, de que todo va viento en popa, tanto dentro como fuera, de que soy la confianza personificada, de que la calma es mi segunda naturaleza, de que controlo la situación y de que NO TENGO NECESIDAD DE NADIE.
Pero no me creas, te lo ruego.
Externamente puedo parecer tranquilo, pero lo que ves es una máscara.
Por debajo, escondido, está...