Cuando pensamos en las cosas que pueden pasar en la vida, las preocupaciones, los problemas, el estrés y las luchas, nos olvidamos de una cosa que puede cambiarlo todo: y esa es una sonrisa que puede ser hallada en abundancia.
En el Hospital Christie en Manchester, lo primero que uno ve es una sonrisa en un rostro dirigida a un extraño—a mí. Y no es algo extraño dondequiera que vayamos, hay siempre una sonrisa, un rostro cálido y un brillo.
El personal es fantástico y provee un sentimiento de paz haciéndonos sentir que no nos sobrevendrá ningún daño. ¿Y cómo...