Puestos los ojos en Jesús. Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hebreos 12.1–2:
Vivimos en tiempos cuando el avance tecnológico presenta muchas oportunidades de hacer cosas que antes no se podía hacer, como por ejemplo: cambiar el color de los ojos usando lentes de contacto con colores que la...