La vida misma se inicia con una pugna. Para venir a este mundo, el bebé debe abandonar el cobijo y la seguridad de que goza en el vientre de la madre y recorrer con
dificultad un estrecho conducto.
Antes de remontar vuelo a las alturas, el águila debe abrirse paso a picotazos para salir del huevo.
Antes de deleitarnos con su gracia y hermosos colores, la mariposa debe de escapar del capullo.
¿Por qué permite Dios las tribulaciones?
Son muchos los motivos, pero pueden resumirse en una sola palabra: beneficios.
Él ve los beneficios.
Las pruebas
y tribulaciones fortalecen y moldean nuestro carácter. Hacen de nosotros mejores personas y mejores cristianos.
Si alguna vez te parece que las pruebas,
tribulaciones y dificultades que enfrentas son tan intensas que no las puedes soportar, no olvides que el Señor es mayor que estas. Encomiéndaselas a Él.
-- DAVID BRANDT BERG
La vida está llena de dificultades. Si nos descuidamos, este mundo nos agobia con sus inmunerables...