“Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, en la cuál me has hecho esperar” Salmo 119:49
Cualquiera que sea la necesidad que pueda tener hoy en mi vida siempre podré encontrar una promesa en la Palabra de Dios, que fácilmente se puede adaptar a esa necesidad. Si me siento sin fuerza y cansado, encuentro una promesa como esta: Él da fuerza al cansado y aliento al de poco ánimo.
Cuando leo una promesa como esa siento el respaldo no solamente de la promesa, sino de aquel que dio la promesa. Si me siento solo y abandonado , él me dice: No te dejaré, ni te desampararé, y esa promesa me...