Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? Mateo 6:30.
Los vestidos son costosos y los creyentes poco afortunados tal vez vivan inquietos preocupándose como adquirirán un nuevo vestido. Las suelas de sus zapatos están ya gastadas, ¿cómo comprar unos nuevos? Mirad con cuanta solicitud ha provisto a esta necesidad.
El Padre celestial viste la hierba del campo con tal esplendor que ni el mismo Salomón pudo igualar, ¿y no vestirá a sus propios hijos? No lo dudemos. Tal vez llevamos muchos remiendos y zurcidos, pero iremos vestidos.
Un ministro del Señor, que era...