|
Cierto día caminado en un parque cercano a casa, observé que entre
los muchos árboles del lugar había uno que llamó mi atención, éste tenía
unas pequeñas flores amarillas, pero lo curioso era que en el piso se
dibujaba la copa del árbol con flores amarillas un poco mas grandes,
estas eran las flores que habían caído del árbol.
Las flores que en su momento habían sido muy hermosas y le daban
belleza al árbol, ahora estaban en el suelo a punto de marchitarse, pero
en su lugar había unas nuevas flores que apenas se abrían y le estaban
dando a ese mismo árbol una belleza nueva.
Para que las flores nuevas nacieran, las anteriores debían abandonar
el árbol, y así sucesivamente pasaría durante la vida de dicho árbol.
En nuestra vida es igual, hay etapas, circunstancia, momentos y
personas en nuestras vidas que la hacen mas hermosa, pero no siempre
estarán ahí, Dios quiere que aprendamos a disfrutar cada cosa en su
momento, cada detalle que Él nos da cada día, y que cuando estos ya no
estén no nos entristezcamos por ello, mejor esperemos y confiemos con la
certeza de que vendrá algo bello otra vez.
Eunice Rodriguez
Romanos 8:28
Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien. |