|
A veces los problemas son tantos que sentimos que no hay escapada, pero Dios ha prometido que:
Yo soy tu refugio y tu fuerza, soy tu poderoso defensor en el peligro. Por eso no temas aunque tiemble la tierra y los montes se desplomen en el mar. Salmo 45
Salmos 3:3 Mas tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Salmos 18:2 El SEÑOR es mi roca, mi balu... Leer más!
|