El Señor le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma. Hechos 23:11.
¿Eres tú uno de los testigos del Señor y te ves ahora en peligro? Acuérdate de que eres inmortal hasta que termine tu trabajo. Si el Señor quiere que sigas todavía dando testimonio de Él, vivirás para darlo. ¿Quién podrá quebrar el vaso que el Señor quiere utilizar?
Si tu Maestro no te confía trabajo alguno, no te lamentes de que te lleve a su morada adonde no llegarán los dardos de tus enemigos. Tu principal negocio es dar testimonio de Jesús, y nadie podrá impedirte esta...