“Escuchadme Costas y Renuévense pueblos; acérquense, y entonces hablen, estemos juntamente en juicio” Isaías 41:1
Todas las cosas sobre la tierra necesitan ser renovadas. Ninguna cosa creada continua por si misma. Los árboles que no son cuidados se desgastan en si mismos. Los árboles necesitan beber del agua de la lluvia y tomar de los tesoros del suelo para experimentar la genuina renovación. Los cedros de Líbano, los cuales Dios ha creado están llenos de vitalidad fresca que han sacado de la misma tierra.
Podrán acaso los hombres que viven en este planeta mantenerse sin renovación? Así como es necesario reparar el desgaste del cuerpo a través de la comida que diariamente tomamos, de la misma manera necesitamos reparar el desgaste del alma por alimentarnos con la comida celestial encerrada en la gloriosa y bendita palabra de Dios. Las flores se renuevan, las aves se renuevan, todo lo creado necesita renovación y hoy, yo,
como ser humano creado por Dios también necesito renovación y...