Muchas veces dependemos de cosas y nos aferramos a ellas, sin pensar que existen otros medios de surgir, es cuando entonces vienen situaciones inesperadas que nos obligan a cambiar.
Dos Ángeles viajeros se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia muy adinerada.
La familia era ruda y no quiso permitirle a los Ángeles que se quedaran en la habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, a los Ángeles le dieron un espacio pequeño en el frío sótano de la casa. A medida que ellos preparaban sus camas en el duro piso, el Ángel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando el Ángel más joven preguntó ¿por qué?, el Ángel más viejo le respondió, “Las Cosas no siempre son lo que
parecen.”
La siguiente noche, el par de Ángeles vino...