Dios nos dio la vida para que lo honremos y lo adoremos y de esa manera cumplamos su propósito.
“De tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él crea, no se pierda sino que tenga vida eterna” Juan 3:16
Cada día hay testimonios del poder transformador de Dios en la vida de miles de personas. Son abundantes los testimonios de personas que al igual que el ciego sanado por el Señor Jesús lo hizo en el evangelio de San Juan Capítulo 9.