Puedes escuchar a Dios todos los días.
Deberías escucharlo todos los días.
Dios espera que Sus hijos, los que lo conocen personalmente y conocen Su voluntad y Su Palabra, lo toquen a Él personalmente, directamente, que hagan contacto directo con Él, y no a través de la fe o
las oraciones de otras personas.
Si te detienes unos momentos y dejas de pensar en otras cosas, y le das a Él tu atención, escucharás al
Señor.
En el fresco del día...