«Alguien dijo que no se podía lograr, pero él respondió con una risita:
Que quizá no se podría lograr, pero que él no lo diría… hasta que no lo hubiera intentado».
Así que se abrochó con firmeza el cinturón, dejando ver una leve mueca en su rostro. Si estaba preocupado, lo escondió muy bien.
Comenzó a cantar al emprender la obra que no se podía lograr, y así lo hizo.
Alguien dijo en tono de burla: