El Domingo de Resurrección brilla como el faro de esperanza y renovación en el corazón de la fe cristiana. Es un día que celebra el milagro más grande de la historia humana: Jesucristo, venciendo el abismo de la muerte, resucitando y ofreciéndonos una promesa eterna de amor, vida y victoria. Este día no solo afirma la verdad de las enseñanzas de Jesús, sino
que también nos invita a abrazar la vida eterna que Él ha hecho posible para cada uno de nosotros.
La Mañana que Cambió el Mundo
Imagina el primer Domingo de Resurrección: las primeras luces del amanecer bañan el jardín donde se encuentra el sepulcro sellado. Las mujeres que llegan al lugar se encuentran con una sorpresa que cambiará el curso de la
historia: la tumba está vacía, y un ángel les anuncia que Jesús ha resucitado. Este momento no solo revirtió la tristeza de sus seguidores, sino que también marcó el inicio de una nueva creación, un nuevo pacto y una nueva...